Ven a desenmascarar la extrañeza, ven a disfrutar con el asombro que la mirada deformada por lo irreal convierte en un retrato del mundo a través de sus misterios y de pesadillas muy reales. Un retrato intenso, turbador, simbólico y tan lúcido como el otro, pues la fantasmagoría también habla de la vida y despliega una visión crítica.