La escultura más pequeña del mundo, ¿Dónde se encuentra?

La nanoescultura más pequeña del mundo

El artista Jonty Hurwitz ha creado la escultura más pequeña del mundo del tamaño de un alfiler, la cabeza de una hormiga o como se puede ver en esta fotografía un caballo rojo.

Está inspirada en sus experiencias de la primera infancia con el reino animal y los años que pasó con los caballos en el estrecho camino de herradura cerca de su casa en la campiña inglesa. Sirve como una meditación sobre la libertad al simbolizar la naturaleza interior reprimida de los animales domesticados. A través de esta obra de arte creativa, Hurwitz captura el espíritu salvaje de los caballos y, al mismo tiempo, resalta la ironía de un mundo en el que, en gran medida, son “propiedad”.

La escultura honra la idea de que los caballos y otras criaturas domesticadas poseen una comprensión innata de independencia, libertad y autosuficiencia a pesar de la desconexión de la civilización moderna de la naturaleza. Esta obra de arte única explora el vínculo entre el animal y su hábitat natural, el poder de la libertad y su falta. Las esculturas de Hurwitz comienzan con un escaneo de los modelos llevado a cabo simultáneamente por más de 200 cámaras. Luego, el Instituto de Tecnología de Microestructuras de Karlsruhe los imprime utilizando una técnica de impresión 3D. 

Su autor explica que “a medida que evoluciona la tecnología, en ocasiones más rápido que la percepción humana, la línea entre la ciencia y el arte se vuelve borrosa”. “Vivimos en una era en la que lo imposible finalmente se ha hecho realidad. A nuestra manera, nos hemos convertido en semidioses de la creación”.

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